jueves, 28 de febrero de 2013

Recomendaciones para redactar acerca del cambio de papa

Foto: Conferencia Episcopal España
Ya que en estos días la renuncia del papa Benedicto XVI y la designación de su correspondiente sucesor son acontecimientos muy difundidos, compartiremos un vínculo que detalla recomendaciones útiles a la hora de redactar sobre temas eclesiásticos.

El texto elaborado por el Foro de Periodismo Argentino incluye en 17 ítems buenos consejos para definir el ordenamiento católico, puntualizaciones acerca del uso adecuado de mayúsculas y minúsculas, expresiones adecuadas en latín y designaciones correctas para las eventuales ceremonias.

Ver recomendaciones 

Si resultó de utilidad alguna de las sugerencias de este blog,  puede votar por Redactar mejor en el concurso de blogs de español. ¡Muchas gracias!

miércoles, 13 de febrero de 2013

El neologismo "emprendedurismo"

Blog: Cápsulas de Emprendimiento
El crecimiento de los emprendimientos productivos como forma de generación de trabajo es una característica de la actualidad de muchos países de América, sin embargo, el término "emprendimiento" no registra aún la acepción que se refiere a la participación en un proyecto laboral.

Según la Real Academia Española, "emprendimiento": 

  • 1. m. Acción y efecto de emprender (‖ acometer una obra).
  • 2. m. Cualidad de emprendedor. Esta persona destaca por su emprendimiento y capacidad.
La Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA) adelantó que en la próxima edición del diccionario de la academia se incluirá la palabra “emprendimiento” con los significados de ‘acción y efecto de emprender (acometer una obra)’ y ‘cualidad de emprendedor’.

El uso de la palabra para esta referencia se ha vuelto tan popular que ya no representa ninguna dificultad para que los hablantes lo puedan interpretar. En el mismo sentido se ha difundido una expresión que resalta inmediatamente por la extraña combinación de la que es producto: "emprendedurismo".

La morfología en este caso ofrece dificultades por la combinación que implica: la base parece ser "emprend", igual que en "emprendimiento" o "emprendedor"; pero, ¿el segundo morfema puede ser "durismo"? Evidentemente hay una construcción anómala.

La Fundéu constata que se trata de "malas traducciones de la palabra inglesa `entrepreneurship´, que se usa para describir el espíritu emprendedor o el ímpetu por iniciar algo, en sentido empresarial". 

Además, el término implica cierta ambigüedad. ¿A qué refiere exactamente "emprendedurismo"? ¿a la capacidad de trabajar en emprendimientos?, ¿la acción de emprender un proyecto económico? ¿el conjunto de pequeñas cooperativas sociales y grupos productivos?

Como la respuesta no es clara, desde este blog se sugiere utilizar en la redacción términos que no representen dificultades para que los lectores comprendan, así como cuidar la selección de palabras, ya que el idioma español ofrece muchas posibilidades para ello.


Vínculo relacionado:
El significado mantener (acerca de neologismos)

martes, 12 de febrero de 2013

¿Posgrado o postgrado?

Es.123.rf.com
Según la Real Academia Española, el prefijo "post" significa "detrás de" o "después de". Ejemplifica con los términos "postbélico" y "postónico" e inmediatamente especifica que a veces se conserva la forma latina "post", como en las expresiones "postdorsal" o "postfijo".

Hasta aquí, podemos apreciar el valor semántico del prefijo pero no se aclara la duda acerca de la corrección o incorrección de agregar el fonema /t/. Como en muchos otros casos, la evolución de la lengua tiende a facilitar la pronunciación y los sonidos que presentan mayores dificultades a la hora de la articulación tienden a desaparecer. Esto parece acontecer a la hora de referirse al término "postgrado", que muy frecuentemente es sustituido por "posgrado".

A la hora de escribir, esta variante genera dudas, ya que el objetivo es representar las ideas gráficamente, de acuerdo a la expresión correcta. Ante esta realidad se presenta la habitual contradicción entre quienes, con una tendencia normativa, quieren mantener el uso tradicional, y quienes prefieren valorar el uso más frecuente a la hora de comunicarse.

La RAE acepta las dos acepciones pero la Nueva gramática recomienda "posgrado"
La Nueva gramática de la lengua española recomienda, respecto al prefijo "post", utilizar la simplificación "pos" en los casos en que la sílaba siguiente comience con una consonante. Así: "posgrado", "posventa", "posguerra", "posmoderno" son términos recomendados ante otros que implican el tradicional lexema "post".

Como casi siempre, hay excepciones; cuando la sílaba siguiente comienza en "s" la gramática recomienda utilizar el prefijo tradicional, finalizado en "t". Por ejemplo, "postsoviético". En el resto de los casos, la recomendación es utilizar el prefijo "pos", simplificado.

Respecto a una tercera representación de la misma referencia: "post-grado", también frecuente pero en mayor desuso, es oportuno considerar que la recomendación de las academias es evitar el uso de guiones para separar al prefijo del siguiente morfema.

Posgrado es el uso más frecuente
En conclusión, en este caso parece lo más acertado adecuarse al habla, ya que el término simplificado es válido según las academias. También es importante mantener la elección realizada en nuestro texto. (En el tercer vínculo, al final, presentaremos una buena definición de "posgrado" con la inconsistencia de que alterna entre ambas formas del prefijo).

En lo que refiere a la simplificación de grupos consonánticos de pronunciación difícil, ya hemos visto en este blog ejemplos similares, como la secuencia "nsm" simplificada en "sm" en la palabra "trasmitir", en cuyo caso aún se consideran válidas las dos expresiones.

lunes, 11 de febrero de 2013

¿Por qué dudamos entre "fuertísimo" y "fortísimo"?

Foto: Chamatly
La evolución de la lengua española generó tantas innovaciones desde sus inicios a partir del latín, que muchos términos actuales no tienen ninguna similitud con los que se utilizaban para referirse a realidades similares en tiempos de antaño.

A pesar de las diferencias que generaron nuevas lenguas, hay ciertas regularidades que sirven para explicar pronunciaciones comunes en nuestros días. Un ejemplo es la evolución del sonido "o", en sílaba inicial acentuada, hasta la pronunciación actual "ue". Esto explica que "fonte", del latín se haya convertido en "fuente" del español; "forte" en "fuerte" y "morte" en muerte", entre varios términos que experimentaron ese proceso.

Cómo se explica la regularidad
Los hablantes utilizan el sistema de su idioma en forma espontánea y muchas veces ni siquiera reflexionan acerca de los procesos que dieron lugar a las reglas de la formación de palabras. No obstante, conocen esas reglas y realizan analogías en forma más o menos consciente. Así, el uso del sufijo "ísimo" para la formación de superlativos es una práctica habitual. A partir de un adjetivo, agregamos "ísimo", "ísima" o sus variantes plurales y damos la idea de superioridad.

Por ejemplo:

  • "Luis Suárez es un jugador rápido", para expresar una característica del deportista.
  • "Luis Suárez es un jugador rapidísimo", para destacarlo ante otros competidores.
No hay dudas acerca de este procedimiento cuando el adjetivo base es "rápido" u otros que no implican irregularidades, pero la confusión es frecuente ante adjetivos como "fuerte". Veamos los ejemplos:
  • "El disparo de Suárez es fuertísimo".
  • "El disparo de Suárez es fortísimo".

¿Por qué se genera la duda?
Como observamos, los hablantes conocen las reglas de su idioma y las aplican en forma espontánea. En este caso, sin pensar en el procedimiento es habitual elegir por una de las dos formas del superlativo. En Uruguay, la primera forma está mucho más extendida que la segunda. Se agrega "ísimo" a "fuerte" y listo.
Sin embargo, la duda entre las dos formas existe, e incluso la tradición indica que la correcta es "fortísimo", porque en este caso se tomó para crear el superlativo la raíz latina "forte" y no la raíz española "fuerte". En definitiva, "fuertísimo" es una construcción más reciente y "fortísimo" se remonta a los tiempos del latín.

¿Cuál es la opción correcta?
A partir de la idea de que los diccionarios constatan los usos más frecuentes entre los hablantes y no se limitan a establecer las formas correctas, es posible afirmar que ambas expresiones son correctas. Es más, si se trata de considerar la forma más fácilmente entendida por el lector, en Uruguay no hay dudas de que es más recomendable utilizar "fuertísimo". La Real Academia Española aún no incluye esta forma entre sus definiciones, no obstante el Diccionario Panhispánico de Dudas reconoce la validez de ambas formas.

Vínculos recomendados:
"Fuertemente" y "fuerte" inncesarios

domingo, 3 de febrero de 2013

"Riesgo de muerte"

Canal 12, vean la discusión
Ante la consulta sobre la corrección o incorrección de decir “riesgo de vida” o “riesgo de muerte”, la primera respuesta que se me ocurrió, intuitivamente, fue que es apropiado “riesgo de muerte” cuando nos referimos a una situación en la que una persona puede llegar a morir. En definitiva, la intuición pocas veces falla cuando nos planteamos consultas acerca del uso de nuestro idioma.

Antes de proseguir es necesario recordar que existen diferentes tendencias en lo que respecta a las expresiones y su corrección. Hay quienes creen que “toda expresión es correcta” en la medida en que las personas de una colectividad la entiendan; por otra parte, hay quienes argumentan que es necesario reflexionar acerca de los significados a fin de evaluar su corrección o incorrección. En este blog, como se ha manifestado reiteradamente, se considera que a la hora de redactar es necesario un especial cuidado con la forma en que se expresan los contenidos, así que parece oportuno reflexionar acerca de cuál de las dos expresiones es preferible.

Antes que nada, conviene repasar el significado de “riesgo” núcleo de la locución. Según la Real Academia Española:

Riesgo. (Del it. risico o rischio, y este del ár. clás. rizq, lo que depara la providencia).
  • 1. m. Contingencia o proximidad de un daño.
  • 2. m. Cada una de las contingencias que pueden ser objeto de un contrato de seguro.
  • a ~ y ventura.
  • 1. loc. adv. Dicho de acometer una empresa o de celebrar un contrato: Sometiéndose a influjo de suerte o evento, sin poder reclamar por la acción de estos.
  • correr ~ algo.
  • 1. loc. verb. Estar expuesto a perderse o a no verificarse. 
Si nos atenemos a esta información, nuestra tesis inicial se fundamenta, ya que “la contingencia o proximidad de un daño” a la que refiere el término “riesgo” se vuelve más explícita con el posterior complemento “de muerte”. Podría tener otros complementos: “de perderlo todo”, “de enfermar”, etc. Sin embargo, “riesgo de vida”, semánticamente significa algo así como “peligro de vivir”.

La respuesta a esta deformación parece ser una elipsis, así, de “riesgo de perder la vida”, la expresión pasó a “riesgo de ______ __ vida”.

Como tantas veces, la deformación llevó a que una expresión incorrecta diera lugar a una locución muy extendida, al menos en Uruguay. Según el criterio de avalar todas las expresiones con el único requisito de que sean comprendidas, hay quienes defienden que “riesgo de vida” es una forma válida, ya que si un médico nos dice que alguien está en esa situación, no dudamos en interpretar su mensaje. Sin embargo, una vez más recordamos que para la comunicación escrita formal el cuidado de las expresiones es muy importante, así como la preservación de las normas del sistema. De lo contrario escribiríamos “hubieron”, en lugar de “hubo”, por lo extendido del error en la oralidad.

En definitiva, los invito a ver la controversia que generó esta locución en un informativo de mi país. Atiendan al argumento: “Así lo dicen los médicos…”

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